viernes, 24 de febrero de 2012

El libro de los hechizos

Uno de mis últimos juguetes favoritos es un teléfono móvil que, además de las operaciones básicas e indispensables tales como realizar llamadas, escribir mensajes cortos y poseer una flexibidad en videojuegos pequeños, brinda servicio de ebook. Es un accesorio bastante útil ya que uno puede descargar libros gratis desde la internet, así como encontrar títulos que quizá no se hallan en nuestras tiendas de libros favoritas; además y todavía, a la hora de viajar, apretados y aplastados en los vehículos públicos, el ebook se convierte en un compañero divertido y leal. En fin. Este juguete nuevo fue antes de mi papá, y lo usó, obviamente, antes que yo; al empezar a manosearlo encontré una novela titulada El libro de los hechizos, de Katherine Howe, y de él es de quien vengo a hablarles hoy.

La trama del libro aspira a ser histórica, pero considero que no llega al término, sólo se queda en ligeramente entretenida. Su protagonista -y quizá alter ego de la misma autora- es Connie, una estudiante de post grado especializada en la historia colonial de los EE.UU. Habiendo superado con éxito su examen de grados, se dispone a dedicarse a lleno en su tesis, de la cual ni siquiera ha escogido el tema. Sin embargo sus estudios se verían aparentemente interrumpidos ya que su madre le pide el favor de habitar por un tiempo la casa de su abuela a fin de revitalizarla y dejarla habitable para posteriormente ponerla en venta. Es en esta vieja casa donde Connie se encuentra con una Biblia, una misteriosa llave y un nombre: Deliverance Dane.

Tras investigar un poco, Connie descubriría que el misterioso nombre habría pertenecido a una acusada de brujería durante los juicios de Salem, interesándose en el tema a tal punto de dedicarle su tema de tesis.



La narrativa es ligera y entretenida, utilizando la escritora algunas técnicas literarias como la de la doble historia, y es que el libro nos cuenta dosrelatos: la de Connie y la de Deliverance Dane, transportándonos en este último a la Salem de 1692. Además de ello, un jale del que goza la novela, es que la misma autora es descendiente directa de dos de las brujas acusadas: Elisabeth Howe (quien fue ahorcada) y Elisabeth Proctor (que sobrevivió). Lamentablemente, fuera de esto, el libro no goza de más nada. El final y no sólo el final, sino cada una de las etapas de la trama, es fácilmente previsible, además de volverse tedioso y difícil de terminar; imagino que no debemos ser muy duros con ella, ya que, creo, es su primera novela (publicada en el 2010), además de ser considerablemente joven para el mundo literario, dejando grandes posibilidades de mejoras en el futuro, por lo que, si bien no recomiendo del todo leer el libro, sí aconsejo no perder de vista a esta joven escritora.

miércoles, 15 de febrero de 2012

El arte de la primera cita

Bueno bueno. Ya que el ambiente aún está bajo el encanto de San Valentín, pienso compartir con ustedes uno de los secretos más preciados que tengo. Un manuscrito, una carta que en el año 2006, cuando yo tenía 18 años y era totalmente un fracaso con las mujeres, mi buen amigo, el Vizconde de Montecristo, tuvo la gentileza de escribir a fin de ser guía y técnico en mi primera cita. En esta oportunidad les copio la carta íntegra con la intención de pasar este conocimiento ancestral, esta disciplina del buen galán adolescente, a aquel jovencito torpe que lo necesite (y que lo utilice siempre para bien). En caso de que, por el contrario, el lector sea ya un hombre, maduro y experimentado, podría bien añadir algunos tips ya que esta materia no está, para nada, cerrada. En fin, yo me despido con una cita del buen Sigmund Freud: «Las mujeres son un continente inexplorado».



















El Arte de la Primera Cita





Introducción y (obviamente advertencia): Este no es un tratado sobre el amor, tal como lo fueron «El Banquete» de Platón o «El Arte de Amar» de Ovidio, el autor no aspira, de ninguna manera a convertirse en un universal sobre el tema, sino es una guía pequeña y práctica para estos tiempos difíciles donde «las mujeres se han convertido en más exigentes debido a la exigencia de los mismos hombres», citando de memoria (y por ello puedo confundir las palabras, pero no el sentido) los inteligentes argumentos de Daniel Bristow – Bovey.


Viviendo una época donde el perreo y los pantalones desteñidos están de moda ha sido necesario actualizarse para no quedar relegados en el tiempo a manera de los clásicos antes mencionados.




* Sobre la ropa y la manera de vestirse:


Antes que nada es necesario tomar un baño de agua fría, el agua caliente podría alterar el comportamiento en el momento justo de ver la película, más aún cuando es romántica; se debe escoger un polo de preferencia aunque una camisa de franela puede cumplir el mismo rol, por el contrario el Jean es insustituible. Es necesario acudir a la cita sin muchos convencionalismos, así la chica sentirá que antes de preocuparse por ella uno siempre piensa, antes que nada, en primera persona y notará de la misma manera que si bien uno está enamorado no dará ni dejará la vida por ella. Los caracteres originales son los que más las atraen. Llevar siempre zapatillas y olvidar los zapatos marrones. Por último, echarse agua de colonia o perfume en cantidad mínima alrededor del cuello y del pecho, la fragancia subliminal dará al portador una imagen arcana y elegante.




* Sobre el encuentro y la primera vista del día:


Si ella espera, descender con elegancia del transporte (no importe que el conductor y/o el cobrador del vehículo rían). Por el contrario, si uno es el que espera, acercarse con paso lento hacia ella y dedicarle una sonrisa galante enseñando solo los dientes superiores. No demostrar, sin embargo, toda la emoción que uno siente en ese instante sino que desde ahí es el momento de regularlo e ir sacándolo poco a poco para llegar al momento máximo a la hora de la película. Se recomienda una charla improvisada y desenfadada, (recordemos que lo que no es trascendental, para ellas sí lo es), en cambio si uno por nerviosismo o incapacidad no es capaz de una conversación de ese tipo, recurrir a la antigua fórmula que nos recomienda el Nóbel Bernard Shaw: hablar del tiempo (en especial si llueve).




Nota: Lehman recordó esto antes de tapar los penales a Argentina, tenía el papel en su calcetín.




* Sobre el cine y la comida:


En estos tiempos las mujeres quieren dar una imagen de independencia, todas llevan bajo consigna dicho pensamiento, (aunque aún no se extinguen las mujeres machistas), en todo caso se recomienda dividir los gastos entre dos personas si la niña pertenece al primer ejemplo; en cambio, si pertenece al segundo caso, no molestarse; o mejor, sí molestarse pero aparentarlo, el sexto sentido de las mujeres lo descubrirá y ya no pedirá más cosas como pop corn o gaseosa; y pagar con resignación la cuenta íntegra.




* Sobre la película y la sala oscura:


Tener en cuenta que uno va sólo al cine, no por ver la película, sino para parecer sensible a los ojos de la elegida, con esta lógica dejar que ella escoja el filme no sin antes hacer sugerencias tímidas sobre las películas románticas.
El salón oscuro es la oportunidad única para trazar el golpe final, mientras ella, descuidada observa las imágenes, no abrazarla si ella no lo pide (sea verbalmente o con la mirada) sino pensará que eres un depravado que quiere aprovecharse de ella; al acabar el filme comentar sólo el fin que necesariamente tendrá que ser visto. Jamás comparar a la actriz principal con la elegida, más bien resaltar la belleza local.




Frases que se pueden decir a continuación:



  1. Una película emocionante, no por la “peli” en sí, sino por la oportunidad que he tenido de verla contigo.
  2. Debo ser sincero contigo, no vi la película, porque en realidad pensaba en ti y pienso en ti todo el tiempo.
  3. Mi vida es una película, donde yo no soy el protagonista, porque mi vida eres tú.



(Todas son cursis, pero eso les gusta).




Luego de esto, formular la pregunta del millón y si es aceptada besar a la afortunada con delicadeza y aparentando que es la primera vez que besas (de preferencia rozar los dientes levemente).


Si se es choteado, salvar la amistad, para eso leer el manual de los choteados escrito por el conocedor de estos asuntos: Jaime Luis.




Escrito por David García por pedido expreso de Guillermo López el 23/07/06.




Para finalizar el post, terminamos con este doodle de Google por el día de San Valentín:




jueves, 9 de febrero de 2012

Cancerberos de los tres palos

Como pocos sabrán, este blogger, además de leer y escribir mucho, además de ser un novio apasionado, y además -y todavía- de encontrar en el ajedrez un juego interesante y divertido, es, también, guardameta de fútbol. Pero no hablemos de mí, sólo me presentaba para que sepan que algo sé sobre este poco apreciado puesto deportivo. Empecemos con un video titulado: «Los porteros están locos».









Y es que es cierto, hay que tener algo mal en la cabeza para querer ser uno. Cuando uno es niño y se reúne con sus amiguitos de escuela para jugar a la pelota, nadie quiere ser portero. Los equipos se reúnen, juegan al yan ken po o al fu man chu, y el que pierde tendrá que hacerla de arquero; pero éste, si es mosca, rápidamente apelará: «Pero rotamos, si me meten gol tapa otro», y si le hacen gol, el arquero que sigue podrá acusarlo de haberse dejado anotar el gol, Así que sigue tapando. Yo también he vivido esto, sin embargo yo nací diferente, yo quise ser arquero por convicción y por vocación, y uno de los primeros regalos deportivos que me hizo mi madre fue comprarme mis guantes de arquero. No hay que mentir diciendo que esta elección me facilitó las cosas en el deporte rey; todos me querían en sus equipos, más allá de si fuera bueno o malo, me querían sólo para no tener que tapar. Ya con el tiempo, con mucho esfuerzo, con entrenamiento, con derrotas y muchos goles en contra, me volví más o menos bueno y así, respetado, y con ello, iba rescatando de a pocos el honor caído de esta posición. Y es que no todos nacen con vocación de goleadores, algunos nacemos para volar. Y para aquellos que, como yo, disfrutamos de esta posición, dejo este artículo muy bueno dedicado a los porteros, a los tapa-balas, a los número 1, a los cancerberos de los tres palos. 








La psicología del arquero





«Te largan a la cancha sin preguntarte si querés entrar, y como si fuera poco, ¡já! DE GOLERO, toda una vida tapando agujeros y si de una de esas salís bueno, se tiran al suelo y te cobran, te cobran penal.»
-Jaime Ross, "El payaso Pierrot"*


«Los errrores del arquitecto se tapan con columnas, los del cocinero con salsas, los del médico con tierra y los del arquero con insultos.»
-Anónimo*




¡Qué lugar el del arquero, mamita! De la anécdota del gordito dueño de la pelota que lo mandan al arco (casi de lástima), pasando por cierto lugar común en el fútbol "y... es arquero", "es el puesto más bobo", etc., para llegar al "te pago el día del arquero", un día que se presume inexistente, y que deja huérfanos a los de esta extraña condición. El arquero titular de River, el pibe Carrizo, de futuro europeo, acaba de responder un reportaje de la revista “EL GRAFICO” y lo describe muy bien “Estamos etiquetados como locos o boludos y de los dos me quedo con los primeros”.










No hay nada peor para un arquero que ir a buscar la pelota dentro de su arco.
Depende mucho cómo fue el gol, quién lo hizo, si tuvo alguna responsabilidad o no, pero en ese instante señalado, la autoestima disminuye considerablemente. Ésto se emparenta, a mi entender, con una herida narcisista difícil de cicatrizar. Un buen arquero siempre tiene que pensar que podría haber sacado la pelota, así como hay arqueros que están en un equipo que pierde por 6 goles y no tuvieron que ver en ninguno. Por eso, hay técnicas para que el arquero vuelva a concentrarse rápido en el juego y deje la auto-crítica para la ducha o la almohada pre-sueño.




Revisemos los lugares que se le otorga al arquero. Sólo Fillol re-valorizó el puesto al decir «que es la columa vertebral del equipo», o Carrizo al decir que con su estilo, de imponer su técnica y de ser jugador de campo, «quité el comentario de que al más gilún lo mandaban al arco», o Chilavert al ganar Vélez partidos, no sólo por sus atajadas, sino por sus goles.




Veamos:



  • Se viste distinto.
  • Puede usar gorra.
  • Tradicionalmente usa el Nº 1.
  • El único que puede usar las manos en un deporte que se juega enteramente con los pies.
  • El único que puede atajar penales.
  • Piensa distinto.
  • Puede prevenir goles merced a su visión privilegiada y su voz de mando.
  • El único que, en general, festeja los goles solo.
  • El puesto más difícil para ser suplente: el jugador de campo de una forma o de otra, si es bueno encuentra una ubicación aunque no sea la que está más acostumbrado.

¿Puede un arquero tener miedo?

Me viene a la memoria Albano Bizzarri y su paso frustrado por la titularidad del Real Madrid. La Psicóloga argentina especializada en deportes, Beatriz Miñarro, quien vive la mayor parte del tiempo en España, nos dice, «no era el mejor momento para que debutara. El equipo venía muy mal en todas sus líneas y terminó siendo "chivo expiatorio" del grupo y alegremente burlado y peyorativizado en conferencia de prensa por su propio entrenador. Así era imposible rendir bien.»



ES EL MÁS EXPUESTO


«Salen de la trinchera, con esa valentía casi absurda que tienen los arqueros»
-Víctor Hugo Morales, extraído del relato de un partido*


Como se dijo en el otro libro, todo futbolista debe tener alta tolerancia a la frustración y reacción frente a la adversidad. El arquero más. ¿Por qué? Porque es el puesto más difícil que más tarde madura del deporte donde llegan sólo los elegidos.


«No la vi», dijo, con absoluta sinceridad, el arquero argentino Vargas de la Universidad de Chile, luego de que Aimar incrustara su tiro libre en el ángulo superior derecho (el 01.03.00). Lo que tendría que haber dicho también, es que sus compañeros no lo entendieron o no le dieron «pelota» cuando a los gritos él pedía más gente en la barrera que finalmente se conformó con 3 (sí, tres) hombres (igual casi a un suicidio), y una absoluta falta de prevención, estando enfrente Aimar, eximio pateador.

«El guardametas es un jugador aparte en el fútbol porque está autorizado a tocar la pelota con las manos» (Reglamento de Fútbol). Es llamativo y notorio como cada arquero (en los últimos tiempos) festeja efusivamente el gol de su equipo, en un idilio con el público y las cámaras.


¿Qué arquero no trasgrede y se adelanta en un penal?



EL ARQUERO COMO INICIADOR DEL ATAQUE O DEL CONTRA-ATAQUE



Esta faceta, en muchas oportunidades, no es valorada ni por los medios especializados, ni por el entrenador, ni por los compañeros y aún, en muchos casos, por el propio arquero. Se supone (y está bien que sea así) que la función verdadera del arquero es atajar los goles, evitarlos, defender la valla. Pero no es la única. En este sentido, puede ser además el primer delantero o asistente si tiene buena pegada (o rapidez de manos) y sobre todo si es rápido para pensar, leer la jugada y actuar en consecuencia. La estructura cognitiva del arquero que facilite un pensamiento veloz y se acompañe de una ejecución veloz, tiene mucha importancia como generadora de jugadas de ataque. Porque si el equipo, y en particular la defensa, lo acompañan, y el cumple una buena tarea, la misión cumplida es el cero en el propio arco y no perder… pero para ganar hay que atacar y hacer algún golcito en el arco de enfrente… y para eso hace falta decisión. ¿Qué delantero, aun marcado, no va a correr una asistencia veloz que pique en campo contrario, y que porta olor a gol ya que el equipo adversario quedó muy mal parado? Conjunción de lo técnico (aprisionar la pelota y tener buena pegada) y lo psicológico (decisión en ejecución, rapidez, concentración y confianza).



AMADEO CARRIZO


Estas son algunas enseñanzas que nos deja sobre el puesto Amadeo en su libro:


  • «Conocer exactamente las dimensiones del campo, de las áreas y del arco, ayudará a tomar decisiones correctas.»
  • «El arquero moderno tiene una participación determinante en las acciones ofensivas del equipo.»
  • «Con esto les cuento que es el jugador que tiene mayor cantidad de funciones dentro del equipo.»
  • «Para poder desempeñar con eficiencia estas tareas, tendrá que prepararse física y psíquicamente de una manera distinta al resto de los jugadores.»
  • «El puesto lo hace vivir en soledad.»
  • «Las virtudes psicológicas son: pensamiento analítico, atención, fuerza de voluntad y el porcentaje de confianza es indispensable.»
  • «Cuando superamos el miedo al vuelo y a la caída, aprendemos a orientarnos en vuelos, giros y saltos.»
  • «No gritaba nunca desde el arco, hablaba poco con mis defensores, lo suficiente.»
  • «Hay que arriesgar el físico y atajar con todo el cuerpo.»
  • «En los corners mi consigna era estar dispuesto para salir con seguridad y con la convicción de retener la pelota. La decisión en el arco, juega un factor fundamental.»
  • «En el penal, cuando desconoces absolutamente al adversario, es todo azar. La mayor responsabilidad la tiene el shoteador, por eso se erran tantos. El lugar más difícil de atajar es rasante, fuerte y a un rincón.»
  • «Siempre se recuerdan más los goles que te hicieron que los remates que atajaste. El puesto de arquero es ingrato por excelencia.»
  • «Dos consejos: a) Vivir el partido intensamente. De esta forma se evitará verse sorprendido. b) Pude salvar pelotas de gol porque jamás confié en el defensor infalible.»


Las enormes enseñanzas de Amadeo escritas por el periodista Alfredo Di Salvo, y sintetizadas muy sucintamente, en función de lo desarrollado en el capítulo (respecto del perfil psicológico del arquero), las corono con una frase de Fernando Niembro, quien describe con precisión, «Amadeo logró convertirse en el primer conductor desde el arco, con sus salidas oportunas y sus saques perfectos. Cuando lo veo a Chilavert lo imagino a Carrizo, tal vez con otro rasgo de personalidad, pero con la misma eficacia.»



EL NIVEL INTELECTUAL DE LOS ARQUEROS


A los arqueros les pasan las mismas cosas que al resto de los futbolistas aunque se vistan diferente y jueguen con otras partes del cuerpo. Sin embargo, considero que el nivel intelectual de la mayoría de ellos, supera la media de los futbolistas. Basta ver la madurez de respuesta que tienen en los reportajes, cómo ven el fútbol, cómo piensan. Recuerdo a Sodero diciendo que escribía poesía y a Seré (ex-arquero uruguayo) con un libro en la mano, en un afiche por la educación. Bonano, Córdoba, Mondragón, Burgos, Cavallero son sólo algunos ejemplos que confirman mi hipótesis .


Tomando una carretera lateral por unos instantes en un reportaje realizado por Rodolfo Cedeira, de la revista «El Gráfico», Bonano se confiesa, «Luego de dormir poco esa noche, le dije a mi señora: "Prepará todo que hoy mismo nos volvemos a Rosario. No aguanto más esta situación. Iré a trabajar de cualquier cosa, pero la vida es una y hay que tratar de ser feliz y ahora no lo soy…" (era suplente de Burgos). Mi mujer me tranquilizó y me respondió que esta era una oportunidad única, y que la debíamos aprovechar porque tenía las condiciones para ser el arquero titular de River. Y realmente fue así. Sólo con el apoyo de ella llegué hasta aquí: titular y campeón con River, también tengo un lugar en la Selección Nacional y hoy María Robertina con sus tres años es el fruto de nuestro amor. ¿Cómo no voy a amar tanto a mi señora?»



Si bien nos desviamos un poquito del eje que quería señalar, el nivel intelectual puede llevar a pensar las cosas (mucho) para querer ser feliz, o bien razonar ante la firmeza y contención afectiva del familiar e intentar superar obstáculos.


En el libro «Zubizarreta: el número uno, José María Forte y Jorge Fernández nos dicen que a Andoní «le gusta analizar, reflexionar, meditar, discutir, sobre todo lo que ve, lee y oye […] no es sólo un portero de prestigio, sino una de las cabezas pensantes del fútbol español». Y agregan, «Zubi es un gran aficionado a la ópera y a la lectura. su actriz preferida es Katherin Hepburn y, de los actores, Gary Cooper.» Rememorando partidos, recuerda su primer gol en Primera, «Del partido tengo imágenes muy confusas. Me acuerdo, eso sí, del primer gol que encajé en la liga. Hugo Sánchez lanzó un corner, yo salí por la pelota, pero no llegué, y Ruiz, desde atrás, hizo el gol. Perdimos 2-0. El segundo lo marcó Marcos. La verdad es que jugué mal, muy nervioso, precipitado…». Gran capacidad de autocrítica. Pequeño gran secreto para madurar y crecer. Los autores señalan, «esta humildad, su afición, sus cualidades, su capacidad para razonar es lo que le ha llevado a lo más alto.» Vale recordar que en el Mundial del '90, el mítico Dino Zoff se declaraba ferviente admirador del juego de Zubizarreta, hasta el punto de considerarlo como el mejor portero del Mundial.





Como el referí, el arquero suele ser bueno cuando pasa inadvertido, cuando hace fácil lo difícil, cuando simplifica. Se repara en él cuando se equivoca y su error no es solamente suyo: «TODOS LOS DEMÁS PAGAN POR ÉL Y ÉL PAGA POR TODOS. HAY UNA VERDAD ESPANTOSA: los goles se los hacen al equipo, pero el vencido es el arquero» (Juan Sasturain).




[...]





Como se observa, entre las virtudes se destaca la Personalidad (o sus equivalentes «Temperamento» y «Carácter») y la precisión que tiene Chilavert al patear el balón, cuestión que no es fundamental para el puesto. Resulta curioso que algo que sí hace a la esencia del puesto (volar o tirarse) sea considerado un defecto en este encumbrado arquero. Se podría argumentar, como sugiere una de las virtudes mencionadas, que no necesita volar porque sabe pararse bien. El hecho de señalar su personalidad como virtud encuentra su contracara en que, justamente por su carácter, este jugador sea considerado como «agrandado» o que «habla mucho». Es importante que los jugadores puedan desidealizar a los supuestos ídolos y se den cuenta de que ellos también tienen defectos, cometen errores y que después de todo también son humanos.



Algunas consideraciones finales:

Como podrá observarse son muchos los elementos que se deslizan de esta investigación. Lo que básicamente vamos a puntualizar respecto del perfil psicológico del arquero, a partir de las opiniones vertidas por los jugadores, tiene que ver con que:

  • El arquero no puede cometer errores. Un error en este puesto es igual a una gran pérdida, debido, entre otras cosas, a su gran exposición. El hecho de ser humano pasa a un segundo plano.
  • El arquero siente, a raíz de todo esto, un alto nivel de autoexigencia y de auto-presión, aún cuando cuente con el apoyo de los compañeros y del entrenador. Es casi imposible que luego de un gol no lo asalte el pensamiento negativo «lo podría haber evitado» y su consecuente sentimiento de culpa.
  • Existen condiciones psicológicas necesarias para responder al puesto que se desatacan claramente a lo largo de esta investigación. Se destacan: la personalidad, la responsabilidad, la fortaleza anímica, la «garra», la viveza, la concentración permanente, el apoyo a los compañeros.
  • El arquero se sabe parte del equipo y perteneciente al mismo, pero son muchos los momentos de soledad que siente tanto en el entrenamiento como en la competencia.
  • Se resalta la importancia del trabajo con especialistas, tanto con ex arqueros, que puedan transmitir los «secretos» del puesto, como con psicólogos deportólogos para potenciar la condiciones necesarias para rendir en tan difícil puesto.
  • ¿Cuantas veces los gerentes, supervisores o Ceo¨s se sienten como el arquero , que sufre todo el partido, pero en los penales no tiene nada que perder? ¿Cuantas veces se generan equivocaciones en pelotas fáciles y se sacan «problemas» imposibles que se colaban del ángulo?


Lic. Marcelo Roffé






 Espero que la nota les haya gustado. Ya para finalizar, dejo un par de datos a guisa de post scriptum.



  1. La segunda imagen, en blanco y negro, es del legendario portero Zamora. Esa jugada es denominada «la zamorana», en honor a su inventor. Es cuando el arquero se zambulle hacia el delantero con el fin de puñetear el balón a fin de evitar un chute que seguramente terminaría en gol.
  2. Hablando de la locura de los arqueros, hay un portero francés, que milita en el Saint Etienne, llamado Jeremie Janot, quien se hizo famoso por jugar vestido como el hombre araña. Total, el arquero tiene la facultad de elegir su uniforme. Les dejo un video sobre este egocéntrico tapa-balas:





Pero ahora mírenlo tapar: 





domingo, 5 de febrero de 2012

La fiesta del Chivo

Antes de escribir la presente reseña (por supuesto, después de leer la novela) me puse a investigar un poco en aquella fuente inagotable de cultura y saber: la wikipedia, para poder determinar qué tanto había de cierto en la espeluznante historia que Mario Vargas Llosa nos relata en su libro. Lamentablemente, la mayoría de los datos son ciertos. Nuevamente, la realidad superó a la ficción. 

Hablar de Vargas Llosa, para los que gustamos de la Literatura, es elevar el deleite a un nuevo nivel. Como explicaba alguna vez: uno dice que un libro es bueno cuando la historia que relata es interesante y cuando la narración de la misma (la manera en cómo se cuenta la historia) es elegante y gustosa. Sin embargo, una buena trama y una excelente redacción no lo son todo en la Literatura, y eso lo podemos apreciar al leer alguna vez al Premio Nobel peruano.

Siempre que hablo del Nobel, nunca sé si «premio» lo debo escribir con letra inicial mayúscula y si es que debo o no tildar la «O». 

Vargas Llosa y sus técnicas literarias: sus monólogos interiores, sus exquisitos flashback, su dato escondido, sus juegos temporales, los recuerdos y los sueños de sus personajes, y, en fin, toda esa amalgama de talentos que pone a disposición de sus novelas -en este caso, una inspirada en la triste realidad de la República Dominicana, allá durante la dictadura trujillista- enriquecen a tal punto su obra que, por más larga que sea (mi edición Alfaguara es de 518 páginas), el cansancio jamás se hace presente, mientras que una extraña adicción hacia la lectura toma su lugar.


«Rafael Leónidas Trujillo Molina (24 de octubre de 1891 - 30 de mayo de 1961) fue un militar y político dominicano. Dictador del país como generalísimo del ejército, gobernó desde 1930 hasta su asesinato en 1961.1 Ejerció la presidencia de la República Dominicana entre los periodos 1930-1938 y 1942-1952 y gobernó de forma indirecta durante los periodos 1938-1942 y 1952-1961, valiéndose de presidentes títeres.
Conocido como "El Jefe", su tiranía2 históricamente conocida como la Era de Trujillo es considerada una de las más sangrientas del siglo XX.3 Estuvo caracterizada por el anticomunismo, la represión de toda oposición y por el culto a la personalidad. Sus defensores destacan como aspectos positivos del régimen la restauración del orden público y el progreso económico del país.

«Trujillo decidió el genocidio de miles de haitianos que vivían en la zona fronteriza y luego acordó con el presidente haitiano Sténio Vincent indemnizarlo por cada haitiano asesinado. Más de 30.000 personas perdieron la vida y otros tantos se exiliaron durante su gestión, en la que fueron asesinadas las hermanas Mirabal.

«Trujillo prestó especial atención a mejorar las Fuerzas Armadas. El personal militar recibió generosa paga y beneficios bajo su gobierno y amplió sus filas, así como los inventarios de equipo. Trujillo mantuvo el control sobre el cuerpo de oficiales a través del miedo, el clientelismo y la frecuente rotación de tareas, que inhibió el desarrollo de sus seguidores personales.

«El establecimiento del monopolio del Estado sobre todas las empresas importantes en el país trajo riquezas a través de la manipulación de los precios y malversación de fondos de Trujillo.

«Durante 31 años, todos los estamentos del Estado funcionaban sin ninguna "violación". Toda tortura o condena era borrada, negada. Una muerte era encubierta en un accidente o sus supuestos autores encarcelados.»




La historia -como ya es costumbre en Vargas Llosa- viene narrada desde tres perspectivas. La primera, desde los recuerdos que invaden a Urania Cabral a su regreso a Santo Domingo, después de haber jurado no volver a pisar esa maldita ciudad. La segunda perspectiva nos muestra el último día de vida de Leónidas Trujillo, sumergiéndonos en sus costumbres, su actividad diaria y sus pensamientos. La tercera y la que más me impactó es algo ya más compleja. Ahí se nos relata los instantes previos al asesinato de Trujillo, ahí el tiempo se dilata y las horas abarcan más de sesenta minutos, mientras que un grupo de conspiradores (los personajes secundarios que enriquecen tanto el drama hasta conseguir que viviésemos, emocionadamente, a través de ellos lo que ocurre), con diferentes ideologías pero con algo en común: la tragedia en la que sus vidas se convirtieron a la sombra de Trujillo; recuerdan cómo eran antes de la dictadura y cómo han llegado a parar ahí, dentro de ese auto, armados, ansiosos, esperando a por el momento de poner fin a la vida del Chivo, y a la dictadura con ella. 


La fiesta del Chivo, así como muchas otras novelas de Vargas Llosa, es un tesoro más de la literatura universal, un clásico moderno (para que después no se diga que uno lee más a los muertos que a los vivos).




Como casi siempre, hay una película detrás de cada buen libro. Este no es la excepción: