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“Estoy
cansado de ser soltero, no sirvo para eso. Obviamente, no puedes decirle a una
mujer que acabas de conocer que la amas, pero… es horrible que no puedas (…). Creo
que sería un excelente marido, para eso soy bueno, para hacerla reír, y ser un
buen padre (…), besarla bien.”
Ted mosby, capítulo
piloto de la serie how i meet your mother,
luego de arruinar olímpicamente una excelente primera cita.
Navaja, o juan navaja –como
tana suele llamarte, y es que le he hablado mucho de ti-, te escribo desde mi
exilio, lugar a donde nos mandan a reflexionar a menudo nuestras musas
siguiendo el genial diálogo del maestro yoda en el episodio iii: “fracasé hoy,
al exilio ir debo”, bueno, lo mío es más grave, yo “la defequé hoy, al exilio
ir debo”, y no sé si logre reunir el valor para salir de ahí, y es que la
defequé, navaja, la defequé en cantidades industriales la noche del miércoles,
pero ya habrá tiempo de contarte esa historia con sus cusqueñas negras en
nuestro bar zela, y entre risas tristemente célebres, en otro momento, porque
lo que motiva estas líneas es otra razón, another
reason –como te diría misses latvia-; vengo a escribirte acerca de the killers, la banda de brandon
flowers que invadió junto a nosotros el tay fu en plena noche de la dignidad
puentepedrina, tal como te prometí.
Como te había venido
contando, allá a inicios del 2008 conocí a una chica en mis clases de inglés,
una chica a la que llamaremos, ahora y siempre, la maga, así, la maga, como la
protagonista de rayuela y la musa de Cortázar.
Ella era genial en muchos aspectos, y aprendí bastante de esta chica que en
aquellos tiempos difíciles fue como una versión femenina y sexy –además y
todavía- de gandalf el gris (aunque la maga era luminosa y blanca, jamás opaca
u opacada), que apareció fugazmente en mi vida para mostrarme el camino y darme
ápices de la sabiduría necesaria para recorrerlo. Ella, al igual que en el
cuento de Bioy casares, me dijo un día: me gusta el azul, me gustan las uvas,
me gusta el hielo, me gustan las rosas, me gustan los caballos blancos… y me
gusta el rock en español –añadió-. Ella me abrió los oídos a mar de copas y los trece baladas, pero también dijo: de rock en inglés, a ver, sí,
me gusta keane, pero prefiero a los strokes y a the killers. Yo estaba tan concentrado en otros aspectos de la maga
que no presté atención a estas preferencias en inglés, lamento mucho eso, pero
como dicen los sabios: las cosas llegan en el momento prudente, no antes, no
después. A los strokes los escuché
por ti, navaja, por ti y por andreita,
alias la ardillita, pero tendrían que pasar ocho años para que escuchara a the killers, y a pesar de que llevo
años también sin verla, gracias a la maga. Y es que así son ciertas personas,
ciertas deidades en forma de mujer, debería decir, que te siguen enseñando
cosas a pesar de estar ausentes, y es que el amor no conoce de ausencias.
Era un domingo, un domingo
nefasto en el que estaba medio ahueveado, con una melancolía no identificada. El
día previo había ido con jeas y contigo a ver dr. Strange, y como recordarás, en aquellos días, estaba de novio
con mary.
Aquel sábado mary me había
ignorado olímpicamente todo el día, y si bien por la noche tuvimos una larga charla,
no fue ni de cerca cariñosa. El domingo intenté de todo para sentirme bien, o
ya, de forma conformista: intenté de todo para no pensar en ella, aunque sea; leer
se me hacía imposible, no lograba concentrarme, así que hice ejercicio
temprano, fui a la iglesia huyendo de mi diablo interior y participé de la
eucaristía (sin saber que yo iba a ser el crucificado horas después), y hasta
hice el mercado al mediodía... todo fue inútil. A eso de las cuatro y media de
la tarde, aproximadamente, encendí la computadora, me senté frente al teclado
con el deseo de escribir, pero padecí ante la maldición de la página en blanco,
puse el spotify e intenté jugar
algunas partidas de ajedrez on-line.
El spotify es casi como una red social pero musical: puedes tener
seguidores (los cuales se contactan a través del omnisciente Facebook), enviar mensajes in box, y
hasta visualizar y escuchar lo que tus contactos están o han escuchado. la maga
es uno de esos contactos que tengo en el spotify,
y ella estaba escuchando a los killers en
ese momento desde el otro lado del monitor, la canción era human, y fue la primera que de ellos escuché, precisamente la misma
canción que nos pusieron en el tay fu, así que le di play y quedé bastante satisfecho, la maga jamás me decepcionó antes
y tampoco lo haría ahora que no está. A continuación te dejo el enlace:
tanto la letra como la
melodía me parecieron de alto nivel, así que fui por más, y así llegué a una
canción titulada read my mind. Cuando
visualicé el vídeo me parecía que era otro el cantante, pero no por la voz,
sino por la apariencia; flowers se recorta el cabello y se deja la barbilla y
el bigote, muy buena letra también, y recordemos que yo ya andaba algo
sentimental (sentimettal, como cantan los moderato, porque somos rockeros al
fin y al cabo, y nosotros solo podemos ponernos sentimettales, y el aullido al
caer es el aullido del lobo metálico, carajo y mierda).
y esa canción, read my
mind, era como dirigido para mí aquel domingo de mierda, ya que durante la
charla que tuvimos por la noche mary habría sido cruel con esa actitud pasivo
agresiva y eso de de qué sirve estudiar en la san marcos si…, y la mediocridad
y el conformismo, y los treinta y el fracaso, y el qué has hecho con todo eso, y
yo quería decirle: ¿acaso puedes leerme la mente… y el futuro –dicho sea de
paso?, ¿solo eso alcanzan a ver tus ojos de primavera? Y entonces empecé a
tener miedo, no a perderla, nada de eso, sino a que pudiera tener razón, miedo
al fracaso, a la inevitable caída.
Dices que quieres avanzar y
Dices que me estoy quedando atrás
¿Puedes leerme la mente?
¿Puedes leerme la mente?
Realmente nunca abandoné
El intentar salir de este pueblo de dos estrellas
Tuve la luz verde
Tuve una pequeña pelea
Voy a darle la vuelta a esto
(…)
Los buenos viejos tiempos,
el hombre honesto
El corazón inquieto, la Tierra Prometida
Un beso sutil que nadie ve
Una muñeca rota y un gran trapecio
Oh bueno
No me importa si a ti no te importa
Porque yo no brillo si tu no brillas
Antes de irte
¿Puedes leerme la mente?
Tengo una gran duda en mi
cabeza, pienso y trato de recordar: ¿desde cuándo tengo estos fantasmas? Porque
los noto ahora que estoy solo, ahora que marialucia no está. ¿los tenía en
aquel entonces y por eso se fue, o aparecieron a causa de que ella ya no está? Y
lo cierto es que me cuesta mucho seguir sin ella por más que lo intento. Y bueno,
en esas cavilaciones me encontraba, en mitad de mi catarsis, cuando llegó la
siguiente canción:
for
reasons unknown, aunque ahí escuché una versión en vivo un
tanto más feeling. Esa canción se me
antojaba como la síntesis de las nostalgias que llegan con los años y ese
sentirnos viejos en plena juventud, esa sensación de que hemos perdido sensibilidad
y hasta pedacitos de alma, corazón y vida en cada aventura vivida, esa melancolía
por la inocencia perdida, o alguna huevada por el estilo. Y es en ese momento
donde reapareció mary para devolverme a la realidad y crucificarme, y al ver
que aún estaba vivo, clavarme una lanza en el costado, y todo eso desde el
whatsapp, pérfidamente y a larga distancia; desde un whatsapp, navaja, desde el
whatsapp del que siempre terminamos huyendo cuando la estrechez de corazón se
nos vuelve irresistible, mi estimado cat vader. Y así llegaría mi última
canción the killers del día, y la última
canción que terminaría por dedicarle a mary, just another girl (“sólo una chica más”):
esta es una de mis grandes
favoritas de esta banda, y la chica del vídeo, Dianna Agron, me pareció
demasiado bonita, a pesar del bigote –o incluso, quizá, precisamente por eso,
aunque suene muy gay confesarlo-. La revista rolling Stone habría indicado que brandon flowers suena perdidamente enamorado y melancólico, y
así precisamente me sentía yo, totalmente identificado con la letra. El vídeo
es genial: dianna agron representa a brandon flowers en todas sus facetas,
desde los inicios de the killers, haciéndonos un recorrido por toda su
trayectoria, recordándonos paisajes y movimientos de las otras canciones, con y
sin vellosidad facial. ¡genial! Y para mí, mary era eso, solo y apenas una
chica más en un mundo tan grande, no debería dejar que se me pegara tan duro en
el corazón, que en un mundo tan grande, ella era solo una chica más, pero,
entonces, ¿por qué no puedo dormir por la noche?, ¿y por qué había algo malo
con la luna? Estaba totalmente cagado, navaja, meado por un hipopótamo, pero entonces,
nivelándome e intercalando entre the
killers y the strokes, logré ir
superándolo de a pocos, paso a paso, pie por pie, hasta que un buen día sucedió
que volví a encontrarme con tana y nos citamos por un café en el norte y,
curiosamente, nuestro gusto por la banda de brandon flowers nos unió en
complicidad y pudimos charlar por horas acerca de sus canciones, y creo que me
pasó lo que no debía volver a pasar: me volví a enamorar, y es que los dioses
son así de caprichosos con nosotros, lo que un día nos provoca nostalgia al
otro nos conlleva a la felicidad, esa pequeña tregua a las hostilidades de la
vida, pero como advierte bien Héctor, los dioses pueden sonreírnos durante el
día y maldecirnos por la noche, pero eso es ya otra historia.
Epílogo primero
El miércoles en la noche tana
me dijo que la canción que pondré a continuación es su favorita del repertorio
de the killers, estábamos brindando
con vino y sonó en radio doble nueve,
percibí cierta nostalgia en sus ojos mientras la escuchábamos.
epílogo segundo
compramos el vino en una
licorería cercana a su departamento, mi mochila estaba llena y, como ella
llevaba un bolso grande, le dije que guardara la botella en su bolso, ella
dijo: “eres el primer hombre que me hace guardar el licor en mi bolso”, y reímos
y yo cantaba mientras le quitaba su bolso y la hacía bailar conmigo en la
calle: two can be complete withouth the
rest of the world (“dos pueden estar
completos sin el resto del mundo”).